Al organizar un envío internacional, es común que se presenten imprevistos. Ya sea por factores externos o internos, los retrasos afectan tanto a pequeñas empresas como a grandes compañías. Aunque los operadores logísticos procuran cumplir los plazos, hay múltiples causas que pueden dificultarlo. Conocerlas permite anticiparse y minimizar su impacto.
1. Eventos extraordinarios e imprevistos
Desastres naturales, conflictos geopolíticos, bloqueos de rutas (como el Canal de Suez en 2021) o actos de piratería pueden interrumpir el flujo comercial.
Recomendación: contemplar escenarios alternativos, contratar seguros apropiados y mantenerte informado de riesgos en las rutas habituales.
2. Cambios de itinerarios y congestión
Durante fechas clave como el Año Nuevo Chino o las fiestas, aumentan los tiempos de espera por la alta demanda y la congestión portuaria.
Recomendación: incluir márgenes de tiempo en tu planificación y considerar rutas o puertos alternativos cuando sea posible.
3. Problemas en aduanas
Errores en la documentación o inspecciones inesperadas pueden demorar la liberación de mercancías.
Recomendación: asegurarte de contar con toda la documentación requerida y apoyarte en agentes aduanales experimentados puede ayudar a reducir estos contratiempos.
4. Falta de claridad en las responsabilidades
Descoordinación entre exportadores, clientes y operadores puede generar malentendidos o incumplimientos.
Recomendación: definir claramente los roles de cada parte y utilizar plataformas de seguimiento puede evitar confusiones.
5. Tecnología obsoleta o ineficiente
El uso de sistemas manuales o poco integrados dificulta el monitoreo de los envíos.
Recomendación: optar por proveedores que cuenten con trazabilidad y herramientas digitales puede facilitar la gestión y reducir errores.
6. Congestión en puertos o huelgas
Conflictos laborales o saturación de contenedores, como ocurrió en la pandemia, generan demoras en carga y descarga.
Recomendación: hacer un seguimiento del estado operativo de los puertos y mantener comunicación constante con tu operador logístico puede marcar la diferencia.
7. Retrasos en la producción
Si la mercadería no está lista a tiempo, el envío se reprograma, afectando toda la cadena.
Recomendación: establecer cronogramas realistas y pedir actualizaciones frecuentes a tus proveedores puede ayudarte a anticipar inconvenientes.
8. Cargas “roladas”
Ocurre cuando la carga no entra en la nave planificada y se traslada al siguiente embarque.
Recomendación: trabajar con operadores confiables y reservar espacios con anticipación puede reducir la probabilidad de que esto ocurra.
9. Daños durante el tránsito
Golpes, mal manejo o condiciones climáticas extremas pueden dañar la carga, generando nuevas gestiones.
Recomendación: considerar seguros que cubran estos riesgos y reforzar el embalaje puede ayudar a proteger tu mercancía.
Prepararse es la mejor estrategia
Aunque no todos los factores se pueden controlar, identificar las principales causas de retraso en los envíos internacionales permite tomar decisiones más informadas. La planificación estratégica, la buena comunicación y el uso de herramientas adecuadas son claves para reducir riesgos y mantener la eficiencia logística.







